Seguramente te has hecho esta pregunta más de una vez: “¿Qué me pongo si quiero ir bien vestida, pero sin ir demasiado formal?”. La respuesta no siempre está en la ropa. Muchas veces, la clave para conseguir ese look relajado pero con intención está en los zapatos.
Ir arreglada pero informal no es un estilo, es casi una actitud: cómoda, natural, pero con detalles cuidados. Y el calzado adecuado puede ser el detalle que transforma un outfit básico en algo chic. Hoy te contamos cuáles son los modelos que mejor cumplen esta función, y cómo integrarlos en tu día a día.
Mocasines: el nuevo básico del armario
Los mocasines llevan varias temporadas en auge, y no es casualidad. Son versátiles, elegantes y muy cómodos. Funcionan con pantalones rectos, vaqueros, vestidos midi o incluso con bermudas en verano.
Si eliges un modelo en tonos neutros (beige, negro, burdeos o camel), te acompañarán durante todo el año. Los de suela chunky dan un aire más actual, mientras que los de diseño clásico aportan ese toque preppy sin pasarse.
Zapatillas blancas: un clásico
Las sneakers blancas pueden ser sinónimo de informalidad, pero con el modelo adecuado, se convierten en una pieza clave para el look “arreglado pero relajado”. Evita las deportivas muy técnicas o con logos llamativos, y apuesta por diseños minimalistas, limpios y de líneas suaves.
Otra idea de outfit a parte del que mostramos en la imagen podría ser el siguiente: Un vaquero oscuro, camiseta básica y blazer, acompañado de unas zapatillas blancas bien cuidadas, es la definición de look arreglado pero informal.
Bailarinas modernas y merceditas
Las bailarinas vuelven con fuerza, y no hablamos del modelo plano y clásico de hace una década, sino de versiones renovadas con hebillas, acabados metalizados o formas cuadradas.
Son cómodas, femeninas y perfectas para combinar con vestidos, faldas o pantalones amplios. Las merceditas, con tira en el empeine, son otra opción que suma personalidad sin caer en la rigidez de un zapato de vestir.
Botines bajos o tipo chelsea
En entretiempo o en invierno, los botines planos o con tacón bajo y ancho son aliados perfectos. Si son de piel o ante, en colores neutros, elevan cualquier conjunto sin complicaciones.
Un vestido estampado o un conjunto de camisa oversize y pantalón relajado, acompañado de unos botines de este tipo, consigue ese equilibrio perfecto entre lo casual y lo cuidado.
Sandalias discretas pero con presencia
En verano, hay muchas formas de ir arreglada sin tacones de vértigo. Las sandalias planas con tiras finas, sandalias de dedo con detalles metálicos, o incluso las de tacón bajo de bloque son ideales para este tipo de estilismos.
Elige modelos que sujeten bien el pie, con acabados limpios y materiales de calidad. Cuanto más sencillo y bien diseñado sea el zapato, más fácil será integrarlo en cualquier look, incluso para planes de tardeo o cenas informales.
El detalle lo cambia todo
No siempre se trata del tipo de zapato, sino de cómo lo llevas. A veces, unos sneakers ganan enteros si están bien cuidados; unas sandalias planas destacan si tienen un diseño elegante. Ir “arreglada pero informal” no significa llevar ropa o calzado neutro, sino saber equilibrar piezas que se sientan bien sin parecer forzadas.
Conclusión
El calzado es ese último toque que puede transformar por completo un conjunto. Ir arreglada pero informal es más sencillo de lo que parece cuando cuentas con los zapatos adecuados: aquellos que combinan comodidad, diseño y versatilidad.
Desde unos mocasines limpios hasta unas sandalias elegantes o unas deportivas pulidas, elige modelos que encajen con tu ritmo y con tu estilo. Porque vestirse bien no tiene por qué ser incómodo. Y la clave, muchas veces, empieza por los pies.